Los mini-PCs se han convertido en una de las tendencias más llamativas del mercado tecnológico. Su popularidad no responde únicamente al tamaño reducido, sino a una combinación de factores que encajan con las necesidades actuales: espacios cada vez más limitados, mayor movilidad laboral y un ecosistema de accesorios que permite montar un puesto de trabajo completo sin recurrir a una torre tradicional.

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Un formato compacto que responde a nuevas formas de trabajar
Los usuarios que buscan un equipo versátil valoran la posibilidad de contar con un ordenador que apenas ocupa espacio, que puede colocarse detrás del monitor o transportarse en una mochila. Este tipo de dispositivos ha avanzado lo suficiente como para ejecutar tareas de oficina, edición ligera de vídeo, programación e incluso juegos poco exigentes, siempre que el modelo incluya un procesador moderno y almacenamiento SSD.
Los fabricantes han afinado el equilibrio entre consumo energético y rendimiento. Muchos mini-PCs equipan procesadores de última generación capaces de mantener un bajo nivel de ruido y temperatura, algo especialmente útil en escritorios compartidos o espacios pequeños. A esto se une un diseño pensado para conectar periféricos sin complicaciones gracias a puertos USB-C, HDMI y opciones de red avanzadas.
Para las personas que alternan entre oficina y hogar, un mini-PC permite mantener el mismo entorno de trabajo simplemente transportando un equipo de apenas unos centímetros. Este formato se ha convertido en una solución práctica frente a los portátiles convencionales para quienes prefieren trabajar con monitores grandes y accesorios externos.
Otro punto clave es el precio. Frente a las torres clásicas y los portátiles ultraligeros, los mini-PCs ofrecen una relación coste-rendimiento atractiva. El mercado se ha llenado de opciones que van desde modelos básicos ideales para tareas diarias hasta unidades avanzadas con hardware de gama media pensado para usuarios exigentes.

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Además, su mantenimiento suele ser sencillo. Muchos modelos permiten ampliar memoria o almacenamiento sin herramientas especiales, lo que prolonga su vida útil y reduce el coste de actualización. Esto los ha convertido en una opción interesante tanto para oficinas como para estudiantes y creadores de contenido que buscan un equipo compacto.
Entre las propuestas actuales, el Minisforum UM790 Pro se distingue por su rendimiento y tamaño reducido. Incorpora procesadores AMD Ryzen serie 7000, gráficos integrados capaces de mover aplicaciones de diseño y juegos moderados, conexiones USB4 para monitores 4K y transferencia rápida de datos, además de WiFi 6E y espacio para ampliar el almacenamiento. Para las personas que necesitan un mini-PC potente sin dar el salto a una torre, es una alternativa sólida en términos de prestaciones y precio.