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Monitores curvos vs planos: ¿cuál ofrece la mejor experiencia visual?

Monitores curvos o planos en 2025 descubre cuál ofrece mejor inmersión, precisión y comodidad para gaming, diseño o trabajo creativo antes de elegir tu próxima pantalla.

Durante los últimos años, los monitores curvos han pasado de ser una rareza tecnológica a convertirse en una alternativa muy presente en los escritorios de aficionados al gaming, la edición de vídeo y el trabajo creativo. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿merece realmente la pena invertir en una pantalla curva frente a una plana tradicional?

LG UltraWide Curvo. Imagen: LG
LG UltraWide Curvo. Imagen: LG

Un debate que va más allá de la estética

La principal diferencia entre ambos tipos de monitores está en la forma en la que el usuario percibe la imagen. Los modelos curvos buscan imitar el campo de visión natural del ojo humano, envolviendo ligeramente la escena y reduciendo la distorsión en los bordes. En cambio, los paneles planos mantienen una representación más neutra y precisa, lo que los hace ideales para tareas donde la fidelidad visual es prioritaria, como la fotografía o el diseño gráfico.

En el ámbito del entretenimiento, los monitores curvos ofrecen una inmersión notable. En juegos o películas, especialmente en formatos ultrapanorámicos, la curvatura crea una sensación envolvente difícil de replicar en un panel plano. Por eso, los jugadores que buscan una experiencia cinematográfica o los usuarios de simuladores suelen preferir este tipo de pantallas. Además, reducen la fatiga visual al mantener una distancia más constante entre el ojo y toda la superficie del monitor.

Por otro lado, los monitores planos siguen siendo la elección más versátil. Su geometría facilita el uso en configuraciones múltiples, una opción frecuente entre editores, programadores o profesionales que necesitan trabajar con varias ventanas abiertas a la vez. También son más prácticos cuando se requiere precisión en líneas rectas o geometrías exactas, algo que puede verse ligeramente afectado por la curvatura.

En lo referente al precio, los monitores curvos suelen tener un coste algo superior, sobre todo en los modelos con paneles de alta calidad o radios de curvatura pronunciados (como 1000R o 1500R). Sin embargo, la diferencia de coste se ha reducido con el tiempo, y hoy es posible encontrar opciones curvas de excelente rendimiento por precios muy competitivos.

La elección final depende del uso principal. Para disfrutar del ocio digital y los videojuegos, un monitor curvo puede transformar la experiencia visual y ofrecer una sensación de profundidad superior. En cambio, para trabajos de edición, diseño o entornos de oficina, un monitor plano sigue siendo la opción más racional y precisa.

Ambas tecnologías han alcanzado un nivel de calidad que garantiza una excelente reproducción de color, altas tasas de refresco y resoluciones 4K o superiores. Por ello, más que una cuestión de rendimiento, la elección se centra en la comodidad visual y el tipo de contenido que cada usuario consume o produce a diario.