Comprar un nuevo teléfono móvil es solo el primer paso. Para aprovechar al máximo sus funciones y mantenerlo protegido durante más tiempo, es fundamental acompañarlo de algunos accesorios esenciales. Desde cargadores rápidos hasta fundas resistentes, el mercado ofrece una amplia gama de opciones que mejoran la experiencia de uso y alargan la vida útil del dispositivo.

Protección y energía: los básicos que no pueden faltar
Lo primero que debe tener cualquier usuario responsable es una buena funda. Las hay de silicona, policarbonato o con refuerzos en las esquinas, diseñadas para amortiguar los impactos y evitar daños ante caídas accidentales. A ello se suma el protector de pantalla, preferiblemente de cristal templado, que previene arañazos y roturas sin afectar la sensibilidad táctil.
El siguiente accesorio clave es el cargador rápido. Muchos fabricantes ya no lo incluyen en la caja, por lo que conviene elegir uno compatible con el estándar de carga de nuestro smartphone (PD, Quick Charge o similar). En este terreno se distinguen los modelos de marcas como Anker o Baseus, con potencias que alcanzan los 65 W y permiten recuperar el 50 % de la batería en apenas media hora.
Para las personas que pasan mucho tiempo fuera de casa, las baterías externas se han vuelto un salvavidas. Los power banks de 10.000 mAh o más ofrecen varias cargas completas y algunos modelos incorporan incluso carga inalámbrica o paneles solares.
Otro elemento cada vez más popular son los soportes magnéticos y trípodes compactos. Facilitan el uso del móvil como cámara o centro multimedia, especialmente para grabar vídeos, realizar videollamadas o seguir una receta sin tocar la pantalla.
Por último, los auriculares inalámbricos son casi obligatorios. Modelos con cancelación activa de ruido, como los Sony WF-C700N o los Nothing Ear 2, permiten disfrutar de música o llamadas sin distracciones.
Los usuarios que valoran la organización pueden añadir accesorios como carteras magnéticas, llaveros AirTag o cables retráctiles, pequeños detalles que marcan la diferencia en el día a día.
Invertir en estos complementos no solo mejora la comodidad, sino que también protege una inversión que, en muchos casos, supera los 800 euros. Un buen equipamiento asegura que el nuevo smartphone funcione a pleno rendimiento durante más tiempo y se adapte a cualquier estilo de vida.